La provincia de Santa Fe es “Cuna de Deportistas” y de eso no hay dudas, justificarlo es innecesario, logros y referentes están a la vista y la fecha de hoy nos remite a dos atletas de la Invencible que supieron poner a la Argentina en los más alto del mundo, Juan Carlos Zabala y Delfo Cabrera.
Campeones olímpicos, abanderados y dueños de los 42 km, en honor a sus hazañas es que cada 7 de agosto en nuestro país se festeja el Día del Maratonista.
Juan Carlos nació el 11 de octubre de 1911 en Rosario y Delfo el 2 de abril de 1919 en Armstrong, los une la pasión por correr tras sus sueños y una vida de esfuerzos que los encontró estoicos con una medalla de oro sobre el pecho y representando la celeste y blanca con exactos 16 años de distancia en el evento multideportivo más importante del mundo, un juego olímpico.
En orden cronológico…
El 7 de agosto de 1932 en Los Ángeles, Juan Carlos Zabala dominó la prueba de 42 km desde el comienzo y en los últimos 4, se escapó del pelotón para llegar a la meta en solitario, aventajando en 20 segundos al inglés Samuel Ferris, y consiguiendo la presea dorada. El Ñandú Criollo, quien desde muy pequeño quedó huérfano y se crió en un Hogar de Marcos Paz donde aprendió a correr largas distancias junto a Alejandro Stirling, dejaba una huella imborrable en el deporte de la provincia, el país y el mundo.
Zabala pasó a la historia como el primer atleta de habla hispana en ganar una maratón en un juego olímpico y, dato no menor, con solo 20 años de edad se dió el lujo de imponer un récord olímpico cubriendo los 42.195 metros en 2h 31m 36seg.
Entre otros méritos del rosarino también se destacan haber triunfado en 5 de las 6 maratones que compitió: Kosice, Checoslovaquia (1931); Los Ángeles; Helsinki y Viipuri, ambas en Finlandia (1936), y Odense, Dinamarca (1937). También fue el primer atleta del continente en cubrir los 5000 metros en menos de 15 minutos (14m55s8/10, en Buenos Aires, 1932).
En tanto, Delfo Cabrera, cuenta la historia, en ese mismo momento que Zabala se subía al podio en Los Ángeles, auguraba a su madre Juana: “Algún día voy a ganar esa carrera” y así fue… Unos meses después, con escasos 13 años, corrió la “Vuelta de Armstrong” llegando en segundo lugar, y provocando el asombro de toda la localidad.
El pibe que iba y volvía corriendo de la escuela empezaba el camino a Londres 1948.
En el medio pasó mucho. Trabajo en el campo levantando maíz, en una fábrica de ladrillos y en la construcción de la Ruta Nacional N° 9. Hizo el servicio militar, se fue a Buenos Aires para incorporarse al equipo de atletismo del Club San Lorenzo de Almagro bajo las ordenes de Don “Pancho” Mura, fue multicampeón nacional y panamericano en distintas distancias, y en 1946 se incorporó al cuerpo de Bomberos de la Policía Federal.
Sin embargo, llegó a la largada de la cita olímpica de 1948 sin haber corrido jamás los 42 km de una maratón, pero eso no fue un impedimento. Ante más de 70.000 personas en las tribunas del mítico Estadio de Wembley, Cabrera sobrepasó a Gailly, que se desarmaba en su andar, para dar la vuelta a la pista y cruzar la meta antes que nadie con un tiempo de 2h34’51”.
Si te interesa conocer más acerca de Juan Carlos Zabala te dejamos una nota completísima realizada por el periodista Hernán Ceres y publicada en la Revista Un Caño: “El ñandú criollo”. Allí se destaca la actitud picaresca y risueña de un santafesino al que le gustaba aceptar desafíos.
Para saber más detalles de la vida de Delfo Cabrera te compartimos la serie web documental de 5 capítulos: “Delfo, huellas de un pueblo” y la nota “Delfo Cabrera, el nacimiento de una hazaña dorada”, publicada en el sitio web de la secretaria de Deportes de la Provincia de Santa Fe, Claudia Giaccone. Ahí podrás encontrar minucias y anécdotas contadas por sus hijos y periodista de Armstrong.